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Carmen Álvarez Basso, La longevidad: Un nuevo comienzo más allá de los 60

    Carmen Álvarez Basso dando una conferencia sobre longevidad y envejecimiento saludable en la Convención Internacional de la Mujer 2024.
    Carmen Álvarez Basso dando una conferencia sobre longevidad y envejecimiento saludable en la Convención Internacional de la Mujer 2024.

    «Estrategias para vivir de manera activa, saludable y plena en la nueva etapa de la longevidad»

    La prolongación de la esperanza de vida ha cambiado de manera significativa cómo las personas enfrentan la etapa posterior a los 60 años. En las últimas cinco décadas, avances tanto en medicina como en el ámbito social han permitido que millones de personas disfruten de más años, pero surge una pregunta clave: ¿cómo están siendo vividos estos años adicionales? Este es el punto central de las investigaciones de Carmen Álvarez Basso, destacada gerontóloga social y consultora en longevidad, quien ha dedicado su carrera a fomentar la idea de que la longevidad no se mide solo en tiempo, sino en la calidad de vida alcanzada.

    Durante una reciente visita a El Salvador, Álvarez Basso ofreció su perspectiva sobre cómo las personas no solo pueden vivir más años, sino que pueden hacerlo de manera más plena. Según ella, la longevidad debe ser vista como una oportunidad, y para aprovecharla, es fundamental adoptar hábitos que ayuden a las personas a mantener una vida activa, independiente y saludable en esta nueva fase. Sus ideas se alinean con los esfuerzos de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), los cuales fomentan un envejecimiento saludable que prioriza la conservación de la capacidad funcional de las personas mayores.

    Longevidad: Un nuevo ciclo vital

    En los últimos cien años, la esperanza de vida ha crecido a niveles impresionantes. En algunos países, se ha logrado un aumento de más de 40 años en promedio. Ante esta realidad, surge una interrogante: ¿cómo aprovechar estos años adicionales? Carmen Álvarez Basso sostiene que vivir más años no necesariamente implica vivir mejor, y por eso hace hincapié en la importancia de atender cuatro pilares fundamentales: la salud física, mental, emocional y cognitiva.

    Este enfoque holístico es esencial para garantizar que la longevidad no se convierta en un lastre, sino en una oportunidad para disfrutar plenamente esta etapa. «La longevidad no está determinada únicamente por nuestros genes», afirma Álvarez Basso. De hecho, el estilo de vida desempeña un papel mucho más relevante que la herencia genética. Se estima que solo un 20% de la longevidad está vinculado a la genética, mientras que el 80% restante está influenciado por factores como la dieta, la actividad física, la estimulación mental y las relaciones sociales.

    Las “píldoras” de la longevidad: Claves para una vejez activa

    Como parte de su trabajo como consultora, Carmen Álvarez Basso ha creado una serie de recomendaciones que denomina “píldoras de la longevidad”. Si se aplican de forma constante, estas sugerencias pueden permitir a las personas disfrutar de una vejez activa, autónoma y con mayor calidad de vida.

    Uno de los puntos clave es el ejercicio físico. Conforme envejecemos, la pérdida de masa muscular es una de las principales causas de debilidad y de deterioro de la calidad de vida. Por esta razón, Álvarez Basso recomienda realizar ejercicios de fuerza dos o tres veces por semana, además de incorporar caminatas diarias. Estas actividades no solo favorecen la salud física, sino también el bienestar emocional y cognitivo.

    El ejercicio regular aumenta la producción de endorfinas, conocidas como las hormonas del bienestar, que ayudan a reducir el estrés y combatir la depresión, problemas comunes en las personas mayores. Además, la actividad física tiene efectos directos en la memoria y la salud cognitiva, ayudando a prevenir el deterioro mental relacionado con la edad. Álvarez Basso destaca que el aburrimiento es uno de los principales enemigos de la longevidad, por lo que es fundamental mantenerse activo tanto física como mentalmente.

    Otro aspecto fundamental en sus recomendaciones es la importancia de cultivar relaciones sociales. La soledad, según Álvarez Basso, tiene un impacto negativo en la salud mental y emocional de las personas mayores, equiparable a los efectos del tabaco. Es vital, por tanto, mantener redes sociales más allá del entorno familiar. Para las mujeres, que suelen tener una mayor esperanza de vida que los hombres, esta recomendación adquiere mayor relevancia. Las relaciones de amistad y otras conexiones sociales son esenciales para prevenir el deterioro emocional y cognitivo en la vejez.

    La longevidad y su influencia en las nuevas generaciones

    No solo las personas mayores están siendo impactadas por la longevidad; las generaciones más jóvenes también están ajustando sus decisiones vitales en función de este nuevo contexto. Carmen Álvarez Basso destaca que los jóvenes actuales, aquellos en la franja de los 20 a los 30 años, ya están adaptando su manera de vivir a esta longevidad extendida.

    Por ejemplo, muchos jóvenes están retrasando su ingreso al mercado laboral para explorar otras alternativas, como continuar sus estudios o viajar. En lugar de iniciar una carrera profesional de manera inmediata, están aprovechando esta etapa para descubrir qué es lo que realmente quieren hacer. Este fenómeno, al que Álvarez Basso denomina «adolescencia extendida», refleja la conciencia de que vivirán más tiempo, lo que les permite tomar decisiones a más largo plazo.

    En este contexto, también es cada vez más común que las mujeres retrasen la maternidad hasta después de los 40 años, una tendencia que ha crecido en países desarrollados como los de Europa. En España, por ejemplo, ya hay más nacimientos de mujeres mayores de 40 años que de mujeres menores de 27, lo que demuestra cómo la longevidad está influyendo en decisiones clave que, en el pasado, no habrían sido tan comunes.

    Longevidad y el futuro del ámbito laboral

    La longevidad está transformando la manera en que entendemos el trabajo. La idea de una trayectoria profesional que comienza a los 20 años y concluye a los 65 está quedando desfasada. Para Álvarez Basso, las nuevas generaciones deberán trabajar durante más tiempo que sus predecesoras, en parte debido a la necesidad de mantener un nivel de vida acorde a una vida más larga y a los cambios en los sistemas de pensiones.

    Este cambio significa que muchas personas probablemente no se retirarán por completo a los 65 años. De hecho, muchas optarán por seguir trabajando, ya sea por razones económicas o por el deseo de mantenerse activas. Para la gerontóloga, lo ideal es que las personas encuentren un equilibrio entre el trabajo y el tiempo libre, para que puedan seguir contribuyendo a la sociedad sin sacrificar su bienestar personal.

    Envejecimiento y los Objetivos de Desarrollo Sostenible

    El envejecimiento de la población se ha convertido en un desafío global que afecta tanto a países desarrollados como en desarrollo. Según un estudio publicado en 2023 en la revista BMC Public Health, se espera que para 2050 la población mayor de 65 años supere a la de jóvenes entre 15 y 24 años. Este cambio generacional ejercerá una gran presión sobre los sistemas de salud y bienestar, lo que obligará a los gobiernos y a las empresas a implementar políticas que promuevan un envejecimiento saludable.

    Carmen Álvarez Basso defiende la necesidad de que tanto las políticas públicas como las empresariales se adapten para garantizar que las personas mayores tengan acceso a cuidados médicos de calidad, protección social y oportunidades para seguir participando activamente en sus comunidades. Según su perspectiva, el aumento de la longevidad es una oportunidad que las sociedades deben aprovechar, pero requiere un enfoque integral que involucre a diversos sectores.

    Desafíos y oportunidades del futuro de la longevidad

    La longevidad plantea tanto retos como oportunidades. Para Carmen Álvarez Basso, esta nueva realidad debe ser vista como una ocasión para redefinir la vejez y reevaluar nuestra relación con el trabajo, la salud y las relaciones sociales. La clave está en adoptar un enfoque preventivo, poniendo especial énfasis en el mantenimiento de una salud física, mental, emocional y cognitiva a lo largo de toda la vida.

    Los años adicionales que hemos ganado como sociedad pueden convertirse en una verdadera bendición si se gestionan correctamente. Las sugerencias de Álvarez Basso, como el ejercicio regular, el cultivo de relaciones sociales y la búsqueda de un equilibrio entre trabajo y ocio, ofrecen una guía valiosa para aquellos que buscan vivir una vida plena y satisfactoria, incluso después de los 60 años.

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